Con este inicio del ciclo escolar llega la oportunidad de que como Comunidad trabajemos la fortaleza de la resiliencia. La resiliencia es una fortaleza que, a diferencia de otras, puede ser aprendida y desarrollada por cualquier persona. Ser resiliente incluye conductas, pensamientos y acciones que no solo serán de utilidad en un momento en particular sino para toda la vida. La resiliencia nos prepara para afrontar situaciones difíciles y poder salir de cada una de ellas agradeciendo la oportunidad de recibir un aprendizaje. Ante la incertidumbre del futuro y los retos que éste nos presente, ser resilientes es una invitación a educar para la vida: para el ahora y el futuro.
Resiliencia significa : la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Pero no podemos sólo resumirla a esta definición; gracias a la resiliencia somos capaces de afrontar crisis o situaciones potencialmente traumáticas y salir fortalecidos de estas.
¿Qué características puedo ver en las personas resilientes?
- Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones.
- Confían en sus capacidades.
- Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender.
- Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista.
- Se rodean de personas que tienen una actitud positiva.
- No intentan controlar las situaciones sino sus emociones.
- Son flexibles ante los cambios.
- Son tenaces en sus propósitos.
- Afrontan la adversidad con humor.
- Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social cuando lo necesitan
¿Cómo podemos desarrollar la resiliencia en los niños?
- No se trata de evitar que se caigan, sino de enseñarles a levantarse, y para ello tenemos que confiar en que ellos pueden hacerlo, debemos brindarles ante todo seguridad y protección.
- Si veo que tienen algún contratiempo, puedo preguntar ¿qué puedes aprender de esto? o ¿qué puedes sacar bueno de esto que ha ocurrido? Siempre y cuando la situación ya haya pasado y estén en condiciones de ver un aprendizaje en lo sucedido.
- Enseñar a los niños a ver los errores y los contratiempos como una oportunidad para aprender y mejorar.
- Mostrándoles sus fortalezas y virtudes que le permitan adoptar una actitud positiva.
- Que se sientan seguros en casa, generando un clima emocional positivo y seguro que les permita sentirse respetados, apoyados y queridos.
- Fomentar las relaciones en las que predominen la comunicación, el respeto, la empatía y la cooperación