Los primeros meses del nuevo ciclo escolar nos han demostrado una cosa importantísima: son los más pequeños los que pueden inyectarnos de nuevo el gusto por el aprendizaje.
Adaptarse a una nueva realidad, donde niños de 3 y 4 años no pueden convivir directamente con sus maestras y compañeros de clase pero aún así se sientan ante un dispositivo, realizan sus manualidades y festejan los cumpleaños de los demás compartiendo experiencias mientras comen es no sólo impresionante pero también enternecedor.
Como adultos, todos los días también aprendemos cosas nuevas, pero la edad y el tiempo diluyen el gusto que sentimos por encontrarnos ante nuevas experiencias y retos.
Encontremos en el mes de octubre, donde exploraremos en clase la fortaleza del gusto por el aprendizaje, la oportunidad para inspirarnos en el hermoso trabajo que realizan diariamente nuestros hijos a través de su modalidad en línea. Aprender a utilizar una aplicación, trabajar con archivos pdf al mismo tiempo que aprenden a leer, grabar videos con sus experiencias y crear cuadros conceptuales haciendo equipo con más compañeros desde casa.
Reflexionemos sobre la maravilla de aprender diariamente algo y de cómo ésta oportunidad representa una celebración en sí del hecho de estar vivos. Motivemos en nuestros hogares y con nuestras familias el aprender habilidades nuevas: plantar un árbol, tejer un suéter, hornear galletas o arreglar algo que no servía. Aprender nos da un propósito y nos hace sentirnos útiles.
Los invitamos a compartir con nuestra comunidad esos pequeños logros y experiencias para motivarnos entre todos a experimentar esta leal alegría de aprender.